Torus mandibularis
Es probable que al leer “torus mandibularis” no sepas qué es, pero no te preocupes. Se trata de numerosas protuberancias que surgen en la cavidad bucal por un incremento desmesurado del hueso.
En la mayoría de los casos, no ocasiona ningún riesgo para el paciente, no obstante, existen situaciones en las cuales puede complicarse e incluso perjudicar la anatomía bucal.
Si quieres saber más acerca de este tema, sigue leyendo y descubre por qué salen y qué hacer para solventarlos.
Índice
¿Qué es el torus mandibularis?
Es un incremento de la composición ósea que aparece en el maxilar inferior, debajo o incluso a los lados de la lengua. Estas protuberancias compactas de hueso permanecen cubiertas de mucosa sana y no suelen superar los dos centímetros de tamaño. Se encuentran en la parte lingual, por lo que no se pueden apreciar a simple vista a menos que se detalle específicamente cada ángulo bucal.
Los odontólogos las identifican mediante una revisión extensiva o una vez que el paciente ha notado bultos en su boca al tocarlos con su lengua. Estos pueden erupcionar alrededor de los molares, caninos o incluso en ciertas regiones más cercanas a dichas piezas dentales.
- Torus maxilar
Cuando estas protuberancias erupcionan en el área superior de la cavidad bucal, suelen visualizarse en el cielo de la boca o paladar; forman una línea que traspasa todo el paladar, no obstante, sus dimensiones pueden modificarse dependiendo del nivel de afección.
- Torus mandibular
Cuando la evolución ósea de esta protuberancia erupciona en la parte inferior de la cavidad bucodental, su dimensión y representación pueden transformarse y desarrollarse en grandes cantidades de manera asimétrica. Normalmente, no es homogénea, sino que se observa como una serie de bultitos esparcidos por toda la mucosa.
¿Por qué salen los torus?
Esta anomalía no sucede a todo el mundo, ya que existen ciertos factores que favorecen su proceso de desarrollo. Por lo general, se aparece en adultos del sexo femenino tras haber pasado la pubertad. Entre los indicios más comunes se encuentran:
- Bruxismo
Las personas que sufren la patología de apretar o rechinar sus dientes de manera inconsciente y a lo largo del día, estimulan el crecimiento indebido del hueso dada la presión que se ejerce en la mandíbula, lo cual provoca el desarrollo de estas protuberancias.
- Estrés
Existe una leve interconexión entre los ataques de estrés y ansiedad con el bruxismo, ya que el desequilibrio emocional produce que de manera inconsciente las personas acaben presionando su mandíbula. Esto ayuda al desarrollo de esta anomalía dental.
- Traumatismos
Cualquier efecto traumático intenso puede ocasionar que la composición ósea se desajuste e incluso comience a hipertrofiarse y tensarse, dando paso a su desarrollo.
- Contrariedades en la articulación temporomandibular (ATM)
Las dificultades que se producen en relación con el mal desarrollo de la ATM suelen afectar tanto a la abertura de la cavidad oral como al hueso en sí, ocasionando el aumento inusual de esta estructura.
- Genética
Los antecedentes familiares tienen un papel muy importante en esta anomalía dental, ya que suele ser mucho más frecuente su desarrollo en aquellas personas cuyos padres han pasado por esta patología en algún momento de su vida.
¿Es peligroso tener torus en la boca?
El hueso que conforma el torus es un hueso bien definido y benigno, por lo que no suele implicar la aparición de complicaciones. Las personas que padecen esta anomalía bucal pueden llevar una vida completamente normal y sin ningún tipo de complicación, a no ser que su tamaño se torne excesivamente grande.
Complicaciones procedentes del torus
En casos de un torus de gran tamaño el paciente puede experimentar:
- Molestias.
- Problemas para dialogar de manera correcta.
- Movimiento dental en las piezas subyacentes y adyacentes.
- Alteraciones en la mucosa oral.
- Mala higiene bucodental.
- Llagas.
- Lesiones.
- Sangrado leve.
- Dolor e incomodidad en la zona afectada.
- Problemas en la pronunciación de ciertas palabras.
Esto ocurre cuando la abolladura se encuentra en la parte inferior de la boca e impide el adecuado desplazamiento del órgano lingual, complicando de este modo la fonación.
Cuando estos bultitos adquieren una estructura un tanto deforme, pueden dificultar la limpieza diaria provocando halitosis o infecciones bucodentales. Existen pacientes con algún tratamiento odontológico, ya sea prótesis, puentes u ortodoncias, cuya anomalía acaba perjudicando el proceso de ajuste o remodelación.
También se dan otras situaciones en las que el simple hecho de realizar la limpieza diaria resulta tedioso, porque el roce que se genera al momento de cepillarse choca con estas protuberancias e incómoda.
Por este motivo es esencial tener en cuenta cada parte de la anatomía bucodental y, en caso de ser requerido, hacer uso de irrigadores bucodentales, hilos dentales o enjuagues bucales con el fin de lograr desinfectar de manera adecuada el área afectada.
Tratamiento para eliminar el torus mandibular
El tratamiento para esta anomalía suele aplicarse en casos en los que el grado de afección es muy grave, desarrollando protuberancias extensas de diversos tamaños.
Cuando el odontólogo confirma que el tamaño no es el adecuado o que perjudica a diversos procesos odontológicos, incluso en acciones simples como una limpieza dental, es posible que opte por quitarlo a través de una intervención. Para ello, se recurre a la eliminación quirúrgica, ya sea parcial o total del hueso, mediante una osteotomía en la base.
Hablamos de un método bastante sencillo donde se administra anestesia, con el fin de evitarle al paciente cualquier dolor o molestias durante la cirugía. Una vez que la misma haga el efecto solicitado, se procede a emitir una incisión para sustraer el torus a través de un osteotomo.
Posteriormente, se sutura la incisión y se emplea cemento quirúrgico para proteger la herida durante el postoperatorio. Esta intervención tiene una duración aproximada de 45 minutos.
¿Cómo es el postoperatorio del torus mandibularis?
Una vez acabada la intervención, el especialista recetará una serie de fármacos, como antiinflamatorios y analgésicos, en función del tamaño del torus y de cómo haya transcurrido la operación.
Además, informará al paciente sobre los cuidados que debe considerar durante los días posteriores y determinará un tiempo en el que se debe mantener una dieta de alimentos blandos y a temperatura ambiente.
A lo largo de este periodo, es importante prestar total atención a la limpieza dental con el fin de evitar problemas en la cicatrización, posibles infecciones o patologías bucodentales.
De igual manera se debe evitar el consumo de tabaco y las bebidas alcohólicas hasta la completa recuperación del paciente.
Dra. Sara Gil: cuido de tu salud bucodental
Recuerda que la mejor solución es la prevención temprana. Por eso, frente a cualquier sintomatología que presentes en tu cavidad bucodental (torus mandibularis, maloclusiones, entre otros), comunícate conmigo a la mayor brevedad posible.
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