Mordida en tijera: qué es y cómo se soluciona
Acabas de salir de una consulta odontológica y tu dentista te ha mencionado que tienes una mordida en tijera. Puede resultar inquietante si jamás has oído hablar de este tipo de mordida. Pero, que no cunda el pánico, ¡tu problema tiene solución y es mucho más sencilla de lo que crees!
Está maloclusión puede resolverse mediante tratamientos ortodóncicos y algunos cuidados de limpieza bucodentales. Si quieres saber un poco más sobre la mordida tijera, ¡sigue leyendo!
Índice
¿Qué se conoce como mordida en tijera?
Esta clase de mordida suele ser una de las maloclusiones menos habituales, pero que igualmente pueden desarrollarse en el plano perpendicular de la boca tras una evolución dentaria y mandibular inadecuada.
Como cualquier otro problema en cuestión de mordidas, suele ser una anomalía que en casos extremos puede suponer un riesgo para la persona, y no solo a nivel estético sino funcional.
Por ello, es fundamental asistir a las consultas odontológicas programadas por tu dentista, para garantizar que tu salud bucodental se encuentra en perfecto estado y, en caso de no ser así, solventar los problemas a tiempo y determinar el tratamiento oportuno.
¿Cómo puedo saber que tengo una mordida en tijera?
El factor característico de esta tipología es la forma en que el maxilar envuelve totalmente a la mandíbula, debido a su tamaño excesivamente grande.
A continuación, se muestran algunas particularidades esenciales para determinarla:
- Los molares de ambos maxilares permanecen posicionados muy hacia fuera o hacia dentro. Como consecuencia, en el momento de cerrar la boca, no logran encajar de forma correcta y terminan solapándose sin contacto.
- Causa un arco dental inferior estrecho o una sobreextensión del maxilar superior, debido a la implementación de aparatos ortodóncicos a lo largo de la niñez o, incluso, generar un aumento desmesurado del maxilar.
- La función masticatoria se vuelve inadecuada y de carácter deficiente, ya que los molares no logran contactar entre sí.
- Se ve afectada la articulación temporomandibular por la presión desviada que se emite al tratar de ocluir forzosamente la mandíbula durante el proceso de masticación, ocasionando molestias, dolor e incluso sonido de chasquido o clic.
¿A qué se debe una mordida en tijera?
Existe una extensa variedad de elementos desencadenantes que ayudan con la formación de esta clase de mordida, las más frecuentes son:
- Herencia genética: si tus padres sufrieron esta tipología en algún momento de su vida, es muy probable que nazcas con ella, perjudicando el desarrollo mandibular y/o maxilar.
- Malos hábitos durante la niñez, ya sea chupar el dedo o tener un mal enfoque de la lengua.
- Carencia de piezas dentales: esto no solo perjudica al hueso, sino que ocasiona un mal posicionamiento de los dientes vecinos debido al desplazamiento inadecuado que ejercen con tal de cubrir el sitio faltante.
- Inconvenientes en la erupción dental al no tener el espacio necesario en el momento de nacer, ocasionando que broten en una postura inadecuada o alterando la oclusión en sí.
- Cualquier golpe o fractura en la mandíbula desencadena esta anomalía dental.
¿Cuántos tipos de mordida en tijera se conocen?
Todo dependerá del lugar de la boca donde esté, no obstante, pueden desarrollarse en dos tipologías:
- Anterior: se genera una vez que la maloclusión se da en la parte frontal de las piezas dentales.
- Posterior: ocurre cuando la maloclusión se crea en las piezas dentales de la parte trasera.
¿Qué sucede si no trato la mordida en tijera a tiempo?
Si no se soluciona el mal alineamiento de los dientes a tiempo, puede derivar en graves secuelas que acaben perjudicando toda la cavidad bucal, entre ellos se tienen:
- El desgaste, e incluso la pérdida dental, a causa de una anomalía muy severa y mal tratada.
- Inconvenientes gingivales o en las encías en sí.
- Dificultades funcionales y digestivas, como mala pronunciación de ciertas palabras y problemas masticatorios al no poder triturar de manera correcta los alimentos.
- Problemas temporomandibulares que puede llegar a ocasionar dolencias como bruxismo, asimetría facial, dolores mandibulares, de cabeza o de cervicales.
¿Qué tratamientos corrigen la mordida en tijera?
El momento adecuado para solucionar futuros problemas dentales es en la infancia, aproximadamente entre los cinco y los doce años de edad, cuando la erupción del maxilar todavía no se ha completado.
En este periodo, las maloclusiones se tratan con más facilidad y efectividad. Del mismo modo, los métodos más efectivos para solucionar esta mordida suelen ser por medio de una intervención quirúrgica, y con la ayuda de ciertos tratamientos ortodóncicos interceptivos.
Cuando los pacientes a tratar son los más pequeños de la casa, esta ortodoncia no suele ser del todo efectiva, por lo que se recurre a la fija.
Los elementos se colocan en el hueso maxilar, con el objetivo de utilizarse para apoyar y ampliar los movimientos que se pueden hacer con el diente. No suelen ser visibles, puesto que se colocan en la parte de la encía que no se ve ni al sonreír ni al hablar.
Una vez que se acaba el tiempo establecido del tipo de tratamiento, se retiran. Por lo general, el paciente puede escoger entre estos tratamientos ortodóncicos:
- Con brackets metálicos: normalmente son poco estéticos, pero son los más utilizados.
- Con brackets autoligables: son brackets metálicos sin ligaduras, de este modo producen menos rozaduras.
- Con brackets estéticos: se fabrican en cerámica o zafiro para simular el color del diente, y que no sean evidentes a simple vista.
- Lingual: se colocan en la cara interna del diente, por lo que no son visibles.
El especialista u ortodoncista puede cambiar la magnitud, postura y la armonía de la composición ósea del paciente, obteniendo de este modo una oclusión precisa.
Por otro lado, para las personas que se encuentran en la adultez, estos procedimientos son más complejos y largos, debido a que los dientes han crecido en su totalidad y es difícil modificarlos.
Diferencias con otras maloclusiones de tipo transversal
Además de esta tipología, existen distintos problemas oclusales que son más frecuentes, como la mordida cruzada.
Esta clase de mordida aparece cuando el desarrollo de la composición de la arcada superior se sitúa por dentro de la inferior, dando paso a su origen de forma:
- Dentario: por la posición de las piezas.
- Famélico: por el incremento y desarrollo maxilomandibular.
Estas dos tipologías poseen una relación entre sí, y es que la mordida en tijera suele representarse como una transformación recargada de la cruzada.
Soluciona tu mordida en tijera con ayuda de la Dra. Sara Gil
Más allá de ser una cuestión de imagen, la mordida puede influir mucho en la salud de tus dientes. Es importante resolver cualquier anomalía dental que puedas estar presentando, ya sea mordida en tijera, maloclusiones, problemas gingivales, patologías periodontales, etc.
Además, también es fundamental establecer el tratamiento que mejor se adapte a tus necesidades y grado de afección con tiempo, ya que la salud preventiva es mucho mejor que la curativa.
Si quieres corregir tu mordida, comunícate conmigo: Dra. Sara Gil. ¡Te espero!